sábado, 30 de octubre de 2010

Capitulo 4

 El capi 4 q subi en la pag antes q el apocalipsis llegara... asi q kmo antes les digo q todos los capitulos van a estar aqui primero, por cuestiones de seguridad. Al mismo tiempo q de todos los fanfics futuros... ya no kiero volver a ver todo mis archivos.
Dejen comentarios y muy pronto les tendre una sorprestia....! :) besos bye!
Capitulo 4: Una fiesta de arrepentimientos

Mi cabello estaba suelto, lucia unos vaqueros combinados con un top escotado color rojo cubierto por la casaca color negro. Me mire al espejo durante unos segundos como pensando si lo que estaba a punto de hacer no se convertiria mas tarde en el peor error de mi vida. Sabia lo que estaba en juego si iba a la fiesta, correria grave peligro de encontrarme con Damián, especialmente si este se hallaba bajo los efectos del alcohol. Suspire. La decisión ya habia sido tomada, no había vuelta atrás.
Salí fuera de casa y cogí el primer taxi que cruzo por la calle.
Le di la dirección que estaba en la tarjeta y en eso de cinco minutos ya me encontraba en una de las zonas mas exclusivas para celebrar fiestas, al principio crei que seria en un club o local, pero en realidad era una inmensa casa rodeada por chicos y chicas, la musica a todo volumen y los vasos de alcohol de un lado a otro.
Baje del taxi con sumo cuidado para dirigirme directamente hacia dentro de la casa, el ambiente infestado por el aroma de alcohol y seguramente de otra cosa más. Mis ojos de una forma inconciente comenzaron a buscarlo entre todos los chicos y chicas, la fiesta habia comenzado hace dos horas pero habia decidido ir mas tarde para no contar con el riesgo de ser la primera en llegar o que alguien me mirara de mala manera por ser una de las muchas desadaptas.
Dentro de la casa la pista de baile estaba lleno de personas, otras permanecian conversando sentados en sillones mientras que otros corrian hacia el baño con una mano en la boca. Una tipica fiesta de chicos americanos. No conocia a nadie, no tenia la menor idea de donde ir o donde ponerme. Decidi acercarme a la barra para poder aparentar ser una de las mas invitadas en la fiesta, algunas chicas estaban tan ebrias que su comportamiento era realmente sorprendente, un comportamiento que los chicos aprovechaban.
-¿Quieres algo?- me pregunto el barman.
-No muchas gracias.- le conteste cortartemente.
No me volvio a preguntar nada más. Observaba a las demas personas bailar mientras que otros hacian el ridiculo, no habia señales de Damián hasta el momento, cosa que realmente me sorprendia. Podia ver a las amigas de Kelsi pero no a esta ni a su acompañante. Busque a los guardaespaldas de Damián por todos lados pero no había ni una señal de ellos, quizas Kelsi habia venido sola con sus amigas o las amigas de Kelsi habian venido sin ella. Y Damián no habia venido.
-¿Estas sola?
Gire para encontrarme con un chico, tendria mi edad, cabello rubio con cuerpo robusto, piel blanquecina y unos ojos inmensamente verdes, como los de un gato. En pocas palabras era una chico muy atractivo, algo en el me resulto familiar pero no tenia la menor idea de porque. Una sonrisa amigable surcaba en sus ojos, a diferencia de los demas no tenia indicios de estar ebrio.
-¿Se nota mucho?- volví la pregunta.
Rio durnate unos segundos.
-En realidad se nota que no eres la clase de chica que encuentras en esta clase de fiestas.
-¿Es un cumplido?
-Algo así.- hablo.
Nos miramos por unos segundos sonriendonos, el Dj realmente estaba haciendo un muy buen trabajo con la musica.
-¿Cual es tu nombre, linda?
-Melinda.- me apoye a la barra.- ¿Y el tuyo?
-Charles, pero puedes decirme Charlie.
-Como quieras. Y dime...¿Que haces acá?
-Un pariente fue invitado.
-¿Un pariente?- cuestione.
-Mi hermano mayor. Se puede decir que no me llevo muy bien con él pero... que mas da.
Hablamos de unas cosas a la ligera, comentando acerca del ambiente y del comportamiento de algunas personas, el tiempo que pasabamos hablando me di cuenta que teniamos varias cosas en común y él tenia una personalidad realmente encantadora. La mayoria de chicos guapos eran un patanes (Damián), pero el tenia algo diferente, algo honesto y desinteresado.
-¿Quieres bailar?- pregunto.
-Oh.- me aleje un poco.- Yo no se bailar, lo siento.
Me cogio de la mano en un gesto amigable pero con la fuerza necesaria para poder llevarme hacia la pista de baile.
-Todos sabemos bailar.- dijo en voz alta.- ¡Tu puedes!
Unos minutos despues ya me encontraba bailando tan bien como las personas que estaban a mi alrededor, Charlie bailaba a la perfeccion lo que me daba ganas de hacerlo mejor, una competencia ciertamente silenciosa pero amigable. Durante toda la canción no me importo si Damián estuviera o no, estaba pasando un gran tiempo con Charlie que en tan solo unos minutos se habia convertido en el unico amigo que tenia en la ciudad.
Cuando la segunda canción termino me pare un momento para volver a tomar aire, justo en ese moomento mis ojos se guiaron hacia uno de los lados de la pista de baile, lamente haberme girado. Unos ojos azabaches me miraban con cierta locura y molestia, Damián se hallaba con Kelsi ebria pegandose a su cuerpo como toda p... Pero el me miraba a mi. De lejos se podia notar su estado de ebriedad... ¿me habia estado mirando todo el tiempo?
Tan solo mirarle a los ojos me decia lo que me podia pasar si no salia rapidamente de su alcance.
-Tengo que irme.- le dije a Charlie con angustia.
-¿Sucede algo?- pregunto preocupado.
-Nada... esque.. tengo que ir al baño.
-Creo que esta en el segundo piso.- respondio dudoso.
-Ya vuelvo.
Sin decir nada más empece a escabullirme entre las personas para poder alcanzar las escaleras que me llevaria hasta el segundo piso. No tenia que voltearme para darme cuenta que mi cazador se hallaba tras mis pasos. La sensación sobre mi piel y el palpitar de mi corazón eran como un radar, un localizador en todos los aspectos. Yo conocia el sonido de sus pasos y el conocia el palpitar fuerte de mi corazón, incluso me daba la sensación de que podia oirlo sobre el barullo de las personas y de la musica. El sabia como identificarme.
El pasillo del segundo piso estaba plegado de personas que buscaban un poco de privacidad, la mayoria de los cuartos permanecia con llave pero alle finalmente uno ubicado en el fondo del pasillo. Abri la puerta del cuarto y entre cerrandola silenciosamente, me puse detras de uno de los muros con la luz apagada, se demoraria un buen rato estando borracho y con todas las personas por el segundo piso, eso me daria el tiempo suficiente como para pensar en algo. Saltar por la ventana no era una opcion en lo absoluto.
No se cuanto tiempo estuve ahi agasapada contra el muro. ¡Era mi merecido! ¡Mi maldita culpa! Yo no debia haber venido a esa fiesta, sabia cuales eran los riegos pero aun asi queria arriesgarme a encontrarme con la bestia. ¿Estaba tan necesitada? ¿Era una arrastrada? O quizas los comentarios de mi que muchas veces habia oido por los pasillos del instituto eran cierto: yo era la perra de Damián. Probablemente lo era.
Un sonido sordo por parte de la puerta me hizo dar un salto. Dos golpes y la puerta ya se encontraba abierta, el me habia hallado. Estaba perdida, megamente perdida en un pozo negro del peligro.
-¡melinda!- su voz era fuerte, ronca. demostrada su ebriedad.- ¡Melinda! ¡Maldita sea, se que estas aquí!
Estaba perdida. Los pasos fuertes contra el piso me indicaron que estaba acercando. Tenia miedo, mucho miedo. Finalmente aparecio a mi lado. Su mano agarro fuertemente mi brazo para estrellarme en un gesto brusco contra la pared, su respiracion sobre mi rostro.
-¿Te la estabas pasando bien con el imbecil de Charlie?
Yo no podia decir nada.
-Ese imbecil.- dijo con odio en la voz.- ¿Ah?!
-No es un imbecil.- fue lo que dije pero lamente haberlo dicho.
Sus labios apresaron los mios con una cerradura suiza. Las manos frias recorriendo mi cuerpo arrancandome la ropa, mi top muy pronto quedo rasgado dejando a la vista el sujetador negro que tenia puesto. Cada agarre era un golpe contra el duro muro, trataba de detenerlo pero no podia. Una electricidad y temor invadio mi cuerpo cuando senti su torso desnudo, sus manos sobre mis caderas atrayendome hacia donde se encontraba. Su erección era muy notoria.
Mi respiracion era entrecortada, sus besos eran mordidas, las caricias peñizcos y su mirada llena de odio. Sabia lo que iba a pasar.
El estaba ebrio, no abia razon que lo pudiera controlar, ni la suplica mas grande. El me iba a violar.
La idea hizo que rompiera en llanto, yo... yo... le queria. Pero no, la forma en que iba a perder lo unico valioso no me agradaba, ni aunque fuera el quien me lo arrebatara. Las lagrimas mojaron mis mejillas y los sollozos se hicieron demasiado audibles, me pregunte si la gente podia oir lo que estaba pasando dentro de la habitación... si lo hacian, no parecia importarles.
-¡Deja de llorar maldita sea!- dijo con voz rotunda.
En lugar de callamre me dio mas ganas de llorar.
Jalaba mis vaqueros hacia abajo pero antes de que pudiera bajarlo de completo una voz conocida para ambos se escucho por el pasillo del segundo piso. Una voz chillona.
-¡Damián! Guapo, ¿donde estas?
Era Kelsi. Pude ver como sus gestos se torcieron por unos de molestia y asco, se alejo de mi pero yo aun seguia contra el muro.
-La muy puta...- murmuro refiriendose a Kelsi.
Sin ni siquiera decirme o mirarme, se arreglo la ropa para salir de la habitación dando un portazo.
La casaca que estaba tirada en el suelo me la puse para poder cubrir el top que estaba roto en pocos pedazos, mi cabello se encontraba revuelto y en mi piel estaban las pruebas de lo violento que habia sido conmigo. Espere unos minutos para asegurarme que Damián y Kelsi se hubieran ido, abri la puerta y camine directamente hacia el primer piso.
No encontre a Charlie pero gracias a dios tampoco habian señales de Kelsi ni de él.
Salí fuera de la casa para tomar un taxi que me llevara a casa.
Al llegar me encerre en mi cuarto, las lagrimas se habian sejado sobre mi rostro pero aun asi mi cuerpo seguia temblando; como un frio que no se iba.
La puerta de mi habitación se abrio, era mi madre. Esta me observo de pies a cabeza, incluso estando con un par de copas encima pudo darse cuenta de como estaba.
-Hija.- su voz sono preocupada.- ¿Que paso?
-Nada.- menti.- No paso nada.
-Melinda... sabes que puedes confiar en mi.
-¡No paso nada!- grite.- Solo quiero estar sola.
Sin decirme nada salio de mi cuarto con un seco pero preocupado "buenas noches".

jueves, 28 de octubre de 2010

urgente!

oh por dios! creo q la vida se me ha acabado completamente...ªª!!! he intentado ingresar a la pagina de www.fanfic.es y no puedo.... he buscado mi cuenta entre los autores y parecen que la han eliminado. Estoy en crisis emocional muy grande..!!! haya ztaba todo el trabajo que vengo haciendo desde el año pasado. Asi que a las personas q vean este mensaje y lean mis fanfics (autora Nicky_Black) les quiero decir q las actualizaciones estaran aka hasta q pueda ver q hago..!!! 
los kiero!
ayudenme a saber si no soy la unica q le pasa esto!

jueves, 14 de octubre de 2010

Capi 3

CAPITULO TRES: Invitada... ¿desde cuando?

En mi mente permanecian dos imagenes que me habian quitado el sueño la noche anterior: Damian con Kelsi besandose y Damian besandose conmigo. Una sensación de despecho o incluso celos se habia apoderado de mi corazón, claro esta, no pensaba admitirme a mi misma que Damian Valerdi me gustaba. Posiblemente es una de esas enfermedades... como el sindrome de estocolmo. Movi mi cabeza apartando esa idea, aunque no sonaba del todo desquiciada.
Entre al baño de chicas con un paso lento y abri el caño, moje mi rostro para poder relajarme y solte un gran suspiro. Ultimamente las cosas se estaban complicando demasiado. Justo en ese momento la puerta del baño se abrio, gire inconcientemente y mis ojos se abrieron como dos platos al reconocer quien estaba entrando: Kelsi.
Mi corazon ahora se habia puesto mas bravo que nunca, no de miedo, sino de una colera ciertamente irracional. Ella movio su melena pelirroja en un gesto de autosuficiente y me miro de reojo, embozo una sonrisa presumida y saco un brillo labial para ponerse en los labios. Yo rode los ojos, cerre el caño con cierto enojo y sali por la puerta dando zancadas muy fuertes que casi rompo la mayolica.
¿Que se creia esa chica? ¿Ella sabia como me sentia? Bueno, todo el mundo sabia que yo era la "distracción" de Valerdi, ¿acaso se me notaba mucho?
Segui caminando por los pasillos ignorando algunas miradas curiosas y alguno de los murmullos, ¿que estaba pasando? Nunca nadie empezaba a murmurar mientras me veia, al menos lo habian dejado de hacer desde hace mucho tiempo, ¿que pasaba? Pense en lo peor: que habian publicado una foto mia en la web en una situacion embarazosa, habian hecho algo con mis cosas o algo parecido a eso.
Finalmente llegue a mi casillero y encontre la razón por la cual las personas estaban comentando en murmuros sobre mi. En mi locker, pegado con algo parecido a una cinta skotch se hallaba una tarjeta, mejor dicho una carta o algo parecido a eso.
-¿Pero que diablos?- dije en voz baja.
Despegue la carta y la abri, ahora si que me iba a dar un ataque: era una invitación. Pero no cualquier invitación, era una invitación para una fiesta en una de las zonas recidenciales de la ciudad, y al mismo tiempo era una fiesta en donde solamente los chicos populares iban a ir. Eso era facil de suponer por el diseño de la invitación, y que por lo visto era la unica chica que tenia en todo el pasillo. Todo el mundo me estaba viendo con envidia en los ojos.
¿Desde cuando me invitaban a fiestas de ese tipo?
-No lo puedo creer.- escuche que alguien decia atras mio.
Gire para encontrarme con una chica que tenia puesto un uniforme de porrista.
-Yo... yo no se que hace esto acá. Creo que se han equivocado.
-Chiquita.- la tipa me contesto con un ademan venenoso.- Si eres tan inteligente porque no ves la parte de atras de la tarjeta.
Hice lo que la chica me indico y encontre mi nombre: Melinda Forbes. Abri mis ojos, simplemente eso no me cabia en la cabeza.
-Deben estar locos por haberte invitado.- fue lo ultimo que dijo la chica.
Yo seguia parada al frente de mi locker con la tarjeta entre mis manos sin tener la menor idea de como reaccionar y mucho menos sentirme, ¿feliz? ¿disgustada? ¿neutra? Yo no conocia a nadie popular, nadie me hablaba y mucho menos habia tenido alguna relacion o cierta conversación mutua con nadie de ese circulo. Seguramente era una broma. Si una broma.
Deje la tarjeta en la puerta de mi locker como la habia encontrado, no lo iba a tomar enserio ya que podia tratarse de alguna broma proveniente de Valerdi por lo que seria mejor guardar precaución.
Todo el resto del dia tuve que soportar las miradas inquisidoras de los presentes, unos murmuraban que yo no debi haber sido invitada. Es una broma, tan solo una broma. Segui diciendome mentalmente pero eso cambio rapidamente cuando mas gente empezo a recibir la invitación. Primero fue la capitana de las porristas: Hillary, luego fueron chicos del equipo de natación, otros de futbol. Chicos de ultimo año que eran considerado los mas populares. Otras porristas, incluso pude presenciar cuando Kelsi encontro la tarjeta en su locker. Ella y sus amigas ni siquiera parecieron inmutarse ante la invitación.
-Era obvio que me iban a invitar.- escuche que ella decia.- Lo hacen todos los años...
-Pero, ¿con quien vas a ir?- pregunto una de sus amigas.
Kelsi sonrio y me miro de reojo.
-¿Con quien creen que voy a ir?- hizo su pregunta con doble intención.
Sus amigas miraron hacia mi dirección y yo me gire haciendome la desentendida.
-Ohh.- dijeron sus dos seguidoras al unisono.- Damian Valerdi.
Eso fue lo unico que me basto para quedarme mas nerviosa de lo que me encontraba, Damian Valerdi iba a ir a la fiesta en donde yo era invitada, y no solo eso, seria la "pareja" de Kelsi. Crei por un momento que mi corazon iba salirse de mi pecho agonizante pero no lo hizo, la relacion que esos dos tenian no debia afectarme en lo absoluto, ¿verdad? A MI NO ME GUSTA DAMIAN ¿estas segura?, pregunto mi subconciente. MUY SEGURA.
La cafeteria en la hora del almuerzo estaba demasiado llena, al mismo tiempo que no soportaba para nada las miradas que las personas me estaban dirigiendo. Me pare de la solitaria mesa en donde me hallaba sentada y camine directamente hacia los pasadizos dejando mi bandeja de comida, ya despues podria comer tranquila.
Justo como cualquier otro dia durante la hora del almuerzo, los pasadizos se encontraban solitarios. Mi mente aun se encontraba extrañada por el hecho que habia estado pensando en Damian toda la bendita mañana y hasta el momento no lo habia visto en ningun lugar, ni siquiera sus secuaces habian estado deambulando por los pasadizos.
Estaba a punto de pensar que Damian habia faltado cuando senti como alguien me tapaba la boca y ponia una de sus manos sobre mi cintura en un gesto posesivo pero brusco. Me movi violentamente pero mis intentos fueron completamente inutiles, tan solo tuve que reconocer las señales de mi cuerpo: mis vellos erizados, el corazón a mil por hora, mi respiración entrecortada; para saber que Damian Valerdi se encontraba detras mio. El era la unica persona o ser que era capaz de hacerme sentir de esa manera.
Con un movimiento ligero me pego contra la pared, sus manos sosteniendo las mias a cada lado de mi cabeza y sus caderas presionadas contra las mias. Incluso el golpe contra la fria pared me hizo sentir dichosa cuando vi de nuevo esos ojos azabaches... ¿que me estaba pasando?
Una sonrisa surco sus labios en un gesto de orgullo masculino, pude sentir mis mejillas enrojecer. Aun asi mi voz salio molesta:
-¿Que es lo que quieres? Sueltame.- me queje.
Su sonrisa se borro completamente siendo suplantada por un gesto frio.
-¿Que crees que quiero?
Ahora si que mi rostro era un verdadero tomate por el pensamiento que se me vino cuando el pronuncio aquellas palabras. Una ligera risa burlona inundo el ambiente.
-No te ilusiones, estupida.- solto con euforia.
Diciendo eso dejo de apretarme contra la pared y de su bolsillo saco una hoja de papel arrugada que cuando la abrio tenia como titulo: TAREA DE MATEMATICAS. Solte un suspiro, aunque no se si fue de alivio o decepción. Me lo entrego bruscamente, casi haciendome daño, yo hice una mueca cuando lo recibi pero no dije nada.
-La quiero para mañana hecha.- dijo.- Y no hagas ninguna de tus bromitas ridiculas.
No le respondi nada, simplemente le mire llena de odio, pero no era un odio solamente proveniente del hecho que me estaba obligando a hacer su tarea, sino un odio que tenia muy presente la imagen de el besandose con Kelsi. Ese recuerdo me lleno de colera.
-¡¿Por que no le dices a Kelsi que te lo haga?!
Un microsegundo despues, yo estaba con mis manos sobre la boca arrepintiendome por haber dicho esas palabras. Espere una reaccion violenta por su parte, algun puño o empujon, pero en lugar de eso solo recibi un abierta sonrisa de comercial, llena de satisfacción.
-Con que estas celosa.- dijo el.
¡Tragame tierra! ¡Dios mandame un rayo que me parte en dos! ¡Porque el apocalipsis no es hoy!
-No estoy celosa.- respondi pero claro esta, el tono de mi voz no fue convincente.- ¿Por que lo estaria? Si eres la persona que mas odio en este mundo.
La sonrisa habia desaparecido por completo, me cogio del brazo y me volvio a estrellar contra la pared, pero esta vez no habia intenciones de que fuera simplemente una broma. Habia odio en su mirada, como si mis palabras le hubiera herido.
-Te dare razones para odiarme.
Su beso estuvo lleno de odio, o al menos eso me parecio. Sus manos inmovilizandome, sus caderas contra las mias... su lengua dentro de mi boca provocando una corriente de electricidad en todo mi cuerpo. Trate de soltarme con todas mis fuerzas pero finalmente no pude más.
Ahora su brazo estaba enroscado en mi cintura y con la mano disponible examinaba mi cuerpo debajo de la blusa que yo tenia puesta. Mordi sus labios (se que suena raro) pero lo hice, quizas como gesto de pasion o como recurso de defensa. Pero los mordi. Eso parecio prenderlo más. A pesar de los besos, la sensación de ser besada y provocada por un chico como el, mis mejillas estaban bañadas por mis lagrimas y sus gestos eran bruscos, sin ternura ni nada. Los "besos" que me daba en el cuello o en la parte del pecho que dejaba mi blusa a la vista, eran en realidad mordiscos. Sus "caricias" sobre la piel debajo de mi blusa y mi pierna eran peñiscos.
No habia nada de tierno, ni amoroso, creo que ni siquiera eso era apasionado.
La sensación de ser trata de esa manera, no ser valorada solamente "probada" "disfrutada" hizo que soltara un ¡sueltame! lleno de desesperacion, angustia y dolor.
Eso basto para detenerlo.
Sus ojos azabaches me miraron penetrandome, su ropa estaba desordenada pero no tanto como la mia, yo podia sentir mis labios hinchados pero los del solo estaba rojos. Con su antebrazo se limpio la boca, se acomodo la ropa con un gesto despreocupado.
-Espero que lo hayas disfrutado.- me dijo con voz fria sin emoción.- Porque creeme... se volvera a repetir miles de veces.
-No te lo permitire.- conteste con la poca valentia que me quedaba.
El me miro de pies a cabeza embozando una sonrisa autosuficiente.
-Recuerda algo.- su voz salio seria y convincente.-  te poseere donde y cuando quiera.Tu seras mia  Melinda Forbes...
Sin decirme nada más camino hacia fuera del pasadizo. Yo prevalecia con la respiracion entrecortada y con un corazón hecho añicos. El timbre toco justo en ese momento, yo seguia parada contra la pared, al menos habia logrado arreglarme un poco. Los chicos salian de la cafeteria y pronto, el pasillo quedo lleno.

Deben odiarme por no haber actualizado antes pero esque tenia muchas cosas de hacer. Como ya sabe mi querida Maria Fernanda (GYM), ahora soy madre de un hermoso perrito raza beagle llamado Drako. Y creanme... no es nada facil ser mamá de el.
Se que el capi no es lo suficientemente largo y tan bueno como para compensar todo el tiempo pero por fis... comprendanme!
gracias por la preferencia... los kiero!

viernes, 8 de octubre de 2010

lo que daria por ser kristen steward (bella)

Tener a Taylor y Robbert!!!

Capi 2 e Info

 Aprovecho para informarles que esten atentos a las publicaciones del blog ya que probablemente suba los capitulos aka antes que a fanfic. es. Por favor dejen comentarios en mi blog al mismo tiempo que en fanfic.es. Los quiero un monton.
Saludos a Marta, Hikari14 y GYM. Gracias por ser seguidoras del blog.

CAPITULO DOS: Cosas que uno no deberia ver

No me importa donde estas
con quien sales, con quien vas me da igual
sino quieres verme mas haste un lado pero ya
no me dañes mas.
Me da igual- Camila 

La mañana siguiente me encontraba en lo que se podia decir, un estado de shock. Cuando baje a desayunar halle a mi progenitora: Anna, tomando un poco de café; tan solo la apariencia que mostraba indicaba que habia pasado una peor noche que yo (me la habia pasado llorando). Intercambiamos un par de asentimientos y me sente en la mesa a tomar un poco de jugo, fije mis ojos en las llaves que se hallaban al lado de la taza de donde tomaba. Por lo visto recien habia llegado a casa, no habia pasado la noche aquí. No le pregunte ni tampoco le reclame nada, eso era lo bueno de vivir con mi madre desde un punto de vista adolescente, ella no te decia absolutamente nada sino le decias nada.
-¿Hoy vas al instituto?- pregunto Anna distraidamente.
Enarque una ceja sorprendida por la pregunta, ahi recien pude notar el aroma que mi madre tenia: habia estado bebiendo alcohol.
-Si mamá.- respondí obligandome a sonreír.- Hoy es martes.
-Ah... pensé que era domingo.
Sin decirme nada más se paro de la mesa, deposito un beso en mi frente para luego caminar directamente hacia donde se encontraba su habitación. Una punzada en mi pecho me llego, cada vez que veia a mi madre se me venian a la memoria aquellos sucesos que ocurrieron una noche cuando yo tenia cinco años. Papá nos habia abandonado, a mamá la policia la habia encontrado borracha en un bar y a mi me habian encontrada en la casa solo sin haber comido durante dos días. Me levante de la mesa, deje el vaso de jugo en el fregadero y sali hacia la calle para ponerme en marcha al instituto.
Mientras caminaba no pude evitar sentirme un tanto perdida, los recuerdos de lo que habia pasado ayer durante el almuerzo venian a mi cabeza y me causaban demasiado miedo a la vez que verguenza. Cuando llegue al instituto entre rapidamente para perderme entre la multitud de chicos y chicas que se encontraban por los pasadizos, mi mente estaba tan perdida y solamente logre volver en si cuando ingrese al baño de chicas. Felizmente que no habia nadie, o al menos eso parecia.
Abri el caño y me moje el rostro para poder respirar tranquilamente, despertarme de la especie de trace en la que estaba y poder prepararme para el hecho de encontrarme con Damian por alguno de los pasadizos o que me cogiera por sorpresa en cualquier parte del instituto. Tenia que estar preparada. Solte un suspiro largo y agotador.
-¿Estas bien?- escuche que alguien detrás mío.
Gire para encontrarme con una chica, un año menor que yo, su cabello amarrado en trensas y unos ojos asustadizos camuflados detras de unas gafas color marrón oscuro. Parecio reconocerme ya que dio un paso hacia atras pero se relajo un segundo despues, la misma reaccion que todos tenian cuando estaban al frente mio y me reconocian como la chica que era victima de Valerdi.
-Oh. Lamento haberte interrumpido.- se disculpo.
-No te preocupes. Ya me iba.
La chica me miro sorprendida mientras yo salia por la puerta del baño un poco mas relajada con la cara seca pero los cabellos alrededor de mi rostro un poco mojados. Camine directamente a mi casillero, tranquilizandome mentalmente y lo abri con lentitud, como si no quisiera causar demasiado ruido. Guarde alguna de las cosas que solamente me ocupaban espacio en la mochila y guarde las cosas de las clases que iba a tener. El casillero se cerro fuertemente en un estrepetiso ruido que me hizo retroceder algunos pasos por la sorpresa, sabia quien habia sido el causante.
Damian Valerdi se hallaba a mi costado derecho, brazos cruzados sobre el pecho y con una sonrisa un tanto maliciosa en el rostro. Sus dos secuaces permanecian a una distancia apartada pero igualmente presentes si el llegaba a necesitarles, las personas que estaban a nuestro alrededor simplemente se limitaron a mirarnos y empezaron a desocupar el pasillo en total silencio.
Mi corazón empezo a latir dentro de mi ferozmente, parandose e iniciando, las dos cosas al mismo tiempo. Mis ojos quisieron esquivar los azabaches de el pero mi propia fuerza y orgullo me lo impidio.
-Melinda.- pronuncio lentamente mi nombre.- ¿Que tal amaneciste hoy?
No le respondí.
-Oh vamos... no me digas que sigues molesta por el beso de ayer... dios, niña... solo es un beso. Tienes que superarlo.
-¿Que es lo que quieres?- fue lo unico que logro salir de mis labios.
Su sonrisa crecio.
-Dime de una vez por todas que es lo que quieres y dejame tranquila. No estoy de humor para pelear contigo.
-Nada importante, saludarte nada más.- se inclino hacia mi y susurro.- No quiero que nadie me vea en situaciones comprometedoras contigo... no podria soportar la verguenza que me causas.
Sin decirme nada más, se alejo de mi y sus secuaces le siguieron como sus perritos falderos. Yo no dije nada, agache la mirada al suelo evitando cualquier contacto con las personas que aun quedaban en el pasillo y habian presenciado desde una distancia segura mi pequeña conversación con Damian Valerdi. Lo mucho que odiaba a ese chico.
El timbre toco, no me quedo otra salida que ingresar a la clase.
***
Me tocaba matemática, no tenia nada contra la materia y mucho menos con el profesor, ni por el hecho de que yo compartia esa clase con Damian Valerdi. La unica clase en la cual tenia que soportarle y fingir ignorar sus miradas llenas de burla y odio. Llegue primera para poder elegir un sitio en la primera fila, sabia lo mucho que el detestaba ese lugar por lo que era un modo de mantenerme a salvo de el y no tener que correr el riesgo de que el se sentara a mi lado tan solo para fastidiarme.
Todos ya se hallaban sentados en sus respectivos asientos y el profesor ya estaban saludandonos cuando el "demonio" se aparecio en la puerta de clase.
-Valerdi.- la molestia en voz la vos del profesor era palpable.- Cuantas veces le he dicho que me gusta la puntualidad en mis estudiantes.
-Disculpe profesor.- Damian no tenia ni la menor pizca de resentimiento.- Es que el entrenador de natación me necesitaba... como debe saber... gracias a mi el instituto esta ganando medallas de oro y trofeos.
Un murmullo en general por el aula de clases, alguna de las chicas comentaron que era un chico demasiado guapo y por lo visto todo un deportista, los chicos lo miraron con cierta admiración. ¿Acaso nadie se nada cuenta que era malo? Un mounstruo que los aterrorizaba todo el tiempo, el bravucón.
-Señor Valerdi... una de las caracteristicas que un campeón, como usted cree que es, tiene que ser la modestia.
-Con todo respeto señor... tal vez los humildes heredaran la tierra pero hasta el momento, los pretenciosos como yo los soy... la dominamos.
-Solo entre y sientese.- indico el profesor.- Y permanezca en silencio.
-Como sea.
Damian entro con orgullo al salón, me dirigio una mirada con superioridad y se sento en la silla que estaba detras mio. Muy bien... eso parecia ser peor aun que tenerlo al costado, o al menos eso creia yo. La clase de matematica paso larga y completamente aburrida, pero en mi caso estaba con los nervios a flor de piel. Al llegar la hora de salida sali casi corriendo fuera del aula de clases, esquivaba a algunos que aparecian en mi camino hasta que finalmente llegue a un pasadizo. Me apoye en la pared para poder tomar aire. Cuando me senti lo suficientemente descansada recien empece a dar pequeños pasos para salir con direccion a la calle pero me detuve bruscamente cuando escuche algo parecido a besuqueo proveniente de entre uno de los casilleros y un muro. Me quede estatica ocultandome tras la pared para poder ver de que parejita se trataba.
Mis ojos se abrieron como platos al darme cuenta que esa parejita estaba conformada por Damian Valerdi y Kelsi, se podia ver algo parecido a una pasión desenfrenada entre los dos. Kelsi era una de las chicas más guapas de todo el instituto, los chicos serian capaces de vender su alma al diablo tan solo por besarla; aunque tenia la pinta de ser chica plastica y hueca, ella no era ninguna de las dos cosas. Una punzada en mi pecho me hizo soltar un pequeño quejido que parecio ser oído por Valerdi ya que se detuvo, la chica le siguio dando besos en el cuello, pero el la alejo.
-¿Que pasa?- pregunto ella haciendo un puchero en el rostro.
-Creo que hay alguien aquí.- respondio Damian en voz baja.
Hice lo que me instinto me ordeno que hiciera al oir los pasos seguros de Damian dirigiendose hacia la pared en donde yo permanecia oculta, salí corriendo. Ni el campeón mundial de atletismo podria haberme ganado mientras yo corria, aun asi tenia en mente que el hubiera podido verme de espaldas en pleno plan de huida y haberme reconocido. Todo el mundo sabia que yo era la unica chica que usaba vaqueros de rapera mal combinado con blusas de niña buena y zapatillas converse.
Llegue al a aparcamiento donde alguno de los estudiantes aun permanecian conversando entre si, felizmente que pase desapercibida incluso cuando sali corriendo a la calle, no habia forma en que Damian Valerdi pudiera haberme seguido hasta donde yo estaba.
Caminaba a mi casa perdida en mis propios pensamientos que divagaban entre Damian besandome y Damian con Kelsi. Solte un suspiro, por lo visto habia cosas que uno no deberia ver.
Justo en ese momento un auto color azul oscuro que parecia negro paso por la pista, simultaneamente gire hacia aquel auto y lamente haberlo hecho. Como el auto era convertible se habia podido ver a los dos pasajeros que habia dentro: Kelsi, en el asiento de copiloto y Damian, en el asiento del conductor cuyos ojos azabaches me quedaron mirando hasta que el auto paso de largo para perderse en una de las esquinas de la calle.

Espero que les haya gustado.Ahora el artista que seria perfecto para el papel de Damian Valerdi (la imagen que habia colgado antes no habia salido) asi que aqui esta:
Damian Valerdi
 gracias a todos y no olviden de comentar! besos!

miércoles, 6 de octubre de 2010

Personajes de YO, DROGADA DE AMOR-EL, BORRACHO DE ODIO

He decidido poner como serian mis personajes si fueran personas reales, en realidad estoy poniendo artistas a los cuales les quedaria muy bien el papel. Espero que les guste.

Yo, drogada de amor--El, borracho de odio 

Damian Valerdi:


Melinda Forbes:
Los secuaces de Damian:
Adam Stuart
Dylan Parker 





















La mamá de Melinda Forbes:

Anna Forbes
Hermano menor de Damian Valerdi:

Charlie Valerdi

Yo, drogada de amor--El, borracho de odio

Aqui les pongo el primer capitulo. Espero que les guste. Con mucho cariño a Jeane Malfoy.

CAPITULO UNO: Chico guapo y peligroso

Un chico guapo y peligroso

Do you know what's worth fighting for,
When it's not worth dying for?
Does it take your breath away
And you feel yourself suffocating?
21 guns- Green Day
Mi corazón palpitaba con fuerza sobrehumana. Tenia miedo, mucho miedo de encontrarme con "él", la persona que se habia propuesto atormentarme la vida desde el primer instante que cruzamos miradas. Algo dentro de mi me dijo que el me estaba buscando, las miradas que me dedicaban los demas (con compasión), me indicaba que el ya habia llegado, "el mounstruo pedia su presa".
Todo eso habia iniciado el primer dia de clases hace un mes, el profesor habia iniciado una clase difici,l aunque para mi no lo era. Damian Valerdi habia contestado pero yo (me arrepentire para siempre) lo corregi contestando bien al profesor. Desde esos malditos segundos Damian me la tenia jurada, desde ese momento cada vez que nos vemos me empuja, insulta y burla. Me obligaba a hacer alguna de sus tareas, botaba mis libros o mi mochila. Y yo no hacia absolutamente nada.
Comence a caminar rapido, iba a girar en la esquina del pasillo para poder esconderme en el baño de mujeres cuando me choque. Al principio crei que era un muro por la fuerza de aquel objeto pero al abrir los ojos y sentir los vellos erizarse, sabia que era alguien. Un alguien que estaba deseando evitar. Levante la mirada para mirarle fijamente, sus ojos azabaches centellaban extrañamente al tenerme al frente.
Damian Valerdi me habia encontrado.
Pase saliva con dificultad y retrocedi unos pasos instintivamente pero el me sujeto fuertemente del brazo evitando que me moviera un centimetro mas. Los que estaban alrededor empezaron a irse, como siempre, nadie queria verse inmiscuido con Damian, aquel chico que parecia haber sido sacado de alguna pelicula de psicopatas o asesinos en serie.
Sonrio de oreja a oreja, sus compinches lo imitaron.
-Vayanse.- ordeno Damian a sus seguidores con una voz fria a la vez que neutra.- ¡Que esperan! ¡Vayanse!
Sus seguidores no dudaron ni un segundo en retirarse rapidamente como los demas lo habian hecho. Mi corazon comenzo a latir mas rapido y mi cuerpo empezo a temblar, el pasillo estaba totalmente desierto e incluso si gritaba, nadie podia escucharme para rescatarme a tiempo.
-¿Creias que lograrias escapar de mi?- me pregunto enarcando una de sus cejas rubias.- Bueno, como sea... disfruto la persecución y caza.
Quise responder algo pero nada salio de mis labios. ¿Por que me dejaba controlar por ese chico? ¿Por que no podia defenderme? Yo era fuerte, tranquilamente podia patearlo o darle un puñete, acusarlo con un prefecto o algo pero no podia. Yo disfrutaba del dolor que el me causaba.
-Dejame tranquila.- le dije aunque mi voz salio debil.- Puedo gritar.
-Quieres, pero no podras.
Intente soltarme pero el me estrello contra la pared fuertemente pero guardando cierta delicadeza de no golpearme mucho, con sus manos cogio mis brazos y los apoyo contra el frio muro. Solte un quejido, me movi pero era imposible soltarme. Nuestros rostros quedaron a centimetros de distancia y pudimos observarnos bien mutuamente, yo volvi a examinar sus perfectas facciones, los ojos azabaches que me atormentaban, los mechones rubios que le cain por la frente, el tono blanquecino de su piel y los perfectos pomulos que poseia. Un chico guapo y peligroso.
-¿Que es lo que quieres?- dije con difultad.- Si es por la tarea de historia la tengo en la mochila.
-No solo vengo por eso.- respondio. Rozo sus labios con la piel de mis mejillas y fue bajando hacia mi cuello.- Cada dia te estas volviendo mas apetitosa.
Un escalofrio recorrio mi espina dorsal. Acerco sus labios a los mios, crei por un momento que me iba a besar aunque solamente me rozo lentamente para luego soltarme los brazos y arrancarme la mochila de mi espalda. La abrio de una forma poco cuidadosa botando al suelo alguna de mis cosas hasta que encontro el papel impreso de su tarea; tiro mi mochila al suelo.
-Nos vemos luego Melinda.- dijo con la misma voz fria de siempre.
Justo en ese momento el timbre toco indicando que los alumnos se dirigieran a sus salones.
***
En la hora del almuerzo decidi que era mejor quedarme en la biblioteca o en algun otro lugar en lugar de arriesgarme a encontrarme con Damian en la cafeteria para que empezara a burlarse de mi al frente y con los demas. La biblioteca estaba cerrada por lo que me quede en una de las escaleras de los pasadizos menos transitados y solitarios, saque un libro nuevo que me habian comprado e inicie mi lectura al mismo tiempo que escuchaba musica con mi Mp4.
Solo sentir como unas manos quitaban bruscamente los audifonos de mis oídos para luego botar el libro que tenia entre las manos. Gire sobresaltada para toparme con dos ojos azabaches que me miraron con sumo desprecio. Con un fuerte agarre me levanto rapidamente de la escalera.
-¿Que pasa?- solte alarmada.
Me miro, sus ojos demostraban un enojo fuerte y potente pero sus labios se curvaron en una sonrisa de comercial.
-El puto trabajo.- hablo, su agarre mas fuerte.- El puto trabajo que me entregaste resulto siendo una porqueria.
Tenia que admitir que le habia dado un trabajo mal hecho a proposito, para cobrarmela, aunque ahora me estaba arrepintiendo mucho.
-Yo... yo...
El enojo se borro de sus ojos para quedarse llenos de perversión.
-Melinda.- su voz salio ronca.- Me las pagaras.
-¿Me vas a... a... pegar?
-No.- respondio.- No te voy a pegar.
Pateo la mochila en el suelo quitandola de su camino, me volvio a poner contrar la pared como lo habia hecho en la mañana. ¿Que iba a hacer? Lo averigue cuando sus labios se presionaron contra lo mios,su beso y lengua bruscos, sin ternura ni delicadeza. Quise apartarlo pero no pude. Mis ojos se abrieron como platos cuando senti una de sus manos por debajo de mi blusa.
-Sue-suel-tame.- me movia.
Damian se aparto de mi rapidamente, yo me quede apollada contra la pared con la respiracion entrecortada. El ni siquiera tenia arrepentimiento en sus ojos cuando me miro, se limpio los labios con la manga de su jersey negro como sus ojos y se acomodo la ropa borrando evidencias de cualquier forcejeo.
-Escucha con atención.- su voz era seria pero su rostro demostraba cierta ironia o placer.- Cada vez que hagas algo como lo de historia me la pagaras de esa manera, ¿te quedo claro? Me pagaras con tus... "servicios".
Yo lo miraba, lagrimas amenazando con salir de mis ojos. Nunca habia besado a nadie, y ese maldito me habia arrebatado mi primer beso.
Se dio media vuelta y comenzo a caminar tranquilamente hacia el lado opuesto de donde estabamos.
-Te odio.- le dije, no importaba su reacción.
Paro en seco para girarse y mirarme fijamente a los ojos. Una sonrsa surco sus delgados labios.
-Lo se.- respondio.- Y me encanta.